El Aurinegro no pudo mantener su racha ganadora en el Roberto Carminatti, al ser derrotado por Boca en el partido correspondiente a la sexta fecha. La fortaleza que estaba armando el equipo de De Felippe en su estadio, se desplomó en la noche del domingo con tres cachetazos de un rival que basó su victoria en las individualidades propias y los errores ajenos.
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Minutos antes del inicio del encuentro se largó una fuerte lluvia que no paró totalmente durante todo el partido.
La gran cantidad de agua caída provocó que el campo de juego se convirtiera en una cancha rápida, donde la jabulani agarraba velocidad en cada pique o roce.
Obviamente las condiciones de la cancha produjeron un partido movido, jugado a gran velocidad prácticamente sin descanso.
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El visitante arrancó mejor pero no producía más que amenazas sobre el arco de Tombolini, salvo una jugada que culminó en un centro de Bataglia adentro del área que Caruzzo, a pasos del arco y sin marca, mandó por arriba del horizontal.
A los quince minutos, Palermo se la bajó a Viatri fuera del área frente al arco y el más joven de los delanteros remató fuerte de primera, mandando la pelota adentro, pegada contra el palo izquierdo de Tombolini.
Poco iba a durar el festejo de Boca porque tres minutos después Galván por la derecha mandó un centro lento pero venenoso y Cobo anticipó a todos por el primer palo marcando el gol del empate.
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Otra vez iguales en el marcador, se armó un partido muy friccionado en en el mediocampo donde las imprecisiones en el juego, estimuladas por la rapidez de la cancha mojada, eran una constante.
Así finalizó la primera etapa sin que ninguno de los dos equipos produjera una jugada de gol con un uno a uno justo, que reflejaba lo parejo del partido.
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En el complemento más de lo mismo se iba a ver y ninguno de los dos iba a encontrar la forma de llegar con peligro al arco rival.
A los dieciseis minutos, aprovechando un error de la defensa rival, el elenco visitante iba a encontrar su segundo gol de la noche. Méndez presionó a Longo en una salida desde el fondo y el pelotazo del defensor Aurinegro impactó en el volante rival. Ese rebote se dirigió al centro del área y justo se topó en el camino con el goleador Palermo, quien de primera y casi por instinto, sacó un derechazo inatajable para Tombolini.
Sin haber hecho nada en ataque para merecer el gol, Boca aprovechó un error defensivo de Olimpo y se puso arriba en el marcador.
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Con la victoria en su poder, el visitante se tranquilizó y aprovechó la urgencia del local, ahora obligado a marcar para no quedarse con las manos vacías.
Si bien con más ganas que fútbol pudo llegar hasta inmediaciones del arco de Luchetti, le faltó claridad para crear verdaderas chances claras de gol y el final llegó sin que el Aurinegro provocara alguna gran atajada del arquero visitante.
Encima nueve minutos después del segundo gol, tras una pelota parada Palermo envió un centro corto por arriba e Insaurralde lo cabeceó en el segundo palo a un paso del arco, estableciendo el 3 a 1 final a favor de Boca.
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Tres cachetazos dolorosos recibió el Aurinegro ya que le marcaron goles por primera vez en su cancha, perdió el invicto como local y acumuló 4 derrotas en seis partidos jugados.
Encima ahora tiene dos rivales complicadísimos y ambos de visitante. Primero San Lorenzo y después Vélez, Olimpo tendrá dos duros exámenes en esta primera división que se está poniendo dificil.
Roberto Brum quien llegó a la quinta amarilla en sólo seis fechas, no podrá estar el próximo sábado cuando el Aurinegro visite a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro.
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La última derrota como local de Olimpo había sido el 14 de marzo de este año, ante Atlético Rafaela por dos goles a cero.
Después de ese partido el equipo de De Felippe también tuvo dos salidas consecutivas, regresando de su viaje con cuatro puntos tras igualar con San Martín de San Juan primero y vencer a Gimnasia de Jujuy después. Ojalá se repita...
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